Llevo ya bastantes horas jugando este título y cuando digo bastantes, me refiero a que gran parte de mi tiempo libre lo dedico a avanzar poco a poco. Una de las grandes ventajas de la Nintendo Switch es la posibilidad de jugar cuando quieras y donde sea. Quiero compartir mi experiencia con el título y algunas observaciones adicionales con respecto al anterior Breath of the Wild.
Aunque aún no he terminado la historia principal, considero que he avanzado lo suficiente como para ofrecer una opinión objetiva sobre si vale la pena o no este título. Ha pasado bastante tiempo desde su lanzamiento, así que mi reseña se centrará en si sigue siendo relevante jugarlo o si es mejor dejarlo pasar, lo cual claramente no es el caso. Este es uno de esos títulos imprescindibles al adquirir esta consola. Personalmente, soy alguien que se distrae fácilmente, así que al sumergirme en el mundo abierto de Tears of the Kingdom, me entretengo con todo lo opcional que encuentro y casi siempre me desvío de seguir solo la historia principal.
Estos mini juegos o misiones alternativas son una excelente manera de poner a prueba el análisis de situaciones y la resolución de problemas, especialmente con los ya conocidos templos. La mayoría de estos templos presentan problemas que requieren el uso de las herramientas disponibles para mover una esfera a un punto específico o crear algún tipo de mecanismo para superar un obstáculo. Creo que esto puede mejorar significativamente el razonamiento abstracto en los niños, aunque los adultos también pueden beneficiarse.
Además, contamos con una nueva herramienta o, mejor dicho, una nueva forma de resolver problemas. En esta versión, tenemos la opción de construir utilizando la habilidad de combinar objetos y artefactos Zonnan, que son objetos tecnológicos de una civilización avanzada y extinta. Esto nos permite simplificar tareas, como colocar cohetes en un pequeño deslizador, lo que nos permite llegar rápidamente a lugares a los que de otra manera no podríamos acceder.
Algunas personas se han vuelto muy creativas con este sistema y han creado máquinas complejas que les permiten derrotar a los enemigos fácilmente o simplemente hacer cosas graciosas, incluso recolectar recursos de manera eficiente.

Fue muy satisfactorio para mí crear mi propio avión y volar prácticamente sobre todo el desierto Gerudo, evitando las molestas tormentas de arena y llegando a la ciudad de manera rápida y sencilla. Aunque pienso que tal vez estos artefactos no fueron creados con ese propósito, se han convertido en algo muy entretenido de usar.
Otra gran diferencia con Breath of the Wild está en la manera de crear armas, fusionando nuestras armas base con partes de los monstruos que vamos derrotando o con artefactos Zonnan, creando auténticas armas de destrucción masiva o guiando flechas directamente a la cabeza de nuestros enemigos al combinarlas con un ojo de Keese.
Actualmente, estoy en un 75% de completar el juego, aunque también he alcanzado aproximadamente ese porcentaje en el contenido opcional. Cada minuto nos encontramos con algún mini juego, historia secundaria o algún misterio que queremos explorar.
Ciertamente, este es un título obligatorio para todos los amantes del género y también para cualquiera que tenga una Nintendo Switch. Para aquellos que no tienen mucho tiempo y necesitan relajarse ocasionalmente durante media hora, es una excelente opción.